Islas en la Red

24.7.03

Un porqué:
¿Porqué Islas en la Red? ¿Porque soy isleño? ¿Por qué me conecto a Internet? En homenaje a las nasas de mi infancia llenas de peces rebotando contra la arena húmeda entre sus mallas? Pues tal vez, pero, lo cierto, es que Islas en la Red, el nombre con que bauticé en 2000 mi primera web, con la idea de generar un boletín en línea sobre desarrollo local, empleo e innovación, es nombre “tomado prestado” del título de una ya vieja y aún premonitoria novela de Bruce Sterling. Hay un fragmento de un diálogo de dicha novela, donde vi reflejada la idea motriz de mi página en aquel entonces, y, creo yo, de buena parte del desarrollo individual-colectivo de las mejores iniciativas surgidas al amparo de la Red. La cita dice así:
"-Cuanto más grande más estúpido “¿Esa la estrategia?-Dijo Laura ¿Qué le ocurrió al viejo divide y vencerás?
- No se trata de política. Se trata de tecnología. No es su poder lo que nos amenaza, es su imaginación. La creatividad procede de los grupos pequeños. Los grupos pequeños nos proporcionaron la luz eléctrica, el automóvil, el ordenador personal. Las burocracias nos dieron las centrales nucleares, los embotellamientos de tráfico y las redes de televisión. Las primeras tres cosas lo cambiaron todo. Las tres últimas no son ahora más que un recuerdo."


La bitácora de Sterling es: infinitematrix.net/columns/sterling/sterlingi.html
Y su website es: www.chriswaltrip.com/sterling
Trasteando estos días a raíz de mi descubrimiento del mundo de las bitácoras en una de mis webs favoritas de siempre, la revista En.Red.Ando : enredando.com, me encontré un artículo muy interesante sobre la “blogosfera” española. Sin entrar a reseñarlo ahora, la sorpresa fue dar ahí con un enlace a la bitácora de Pedro Jorge Romero, promotor de iniciativas múltiples como “El archivo de Nessus ” archivodenessus.com, o como la revista de Ciencia Ficción BEM: benmag.com.
Pedro tal vez sólo me conozca de oídas, o ni de eso, pero lo cierto es que de alguna manera, hubo una época en que coincidimos en el colectivo editorial, “La Calle de la Costa”, si bien en el momento en que lideraba Ernesto Suárez en solitario y yo estaba bastante fuera de foco, debido a mi traslado a Las Palmas. Ernesto y Pedro Jorge pusieron en pie un proyecto de Ciencia Ficción titulado “La espada y el reloj”, a través del cual La Calle de la Costa publicó libros de autores españoles que hoy podrían considerarse consagrados (en la medida en que esto es posible en el campo de la CF española), como el dúo Aguilera-Redal, o Javier Negrete...
La bitácora de Pedro Jorge, a partir de ahora, fija en la plantilla de enlaces es: pjorge.com.